miércoles, 30 de marzo de 2011

Motivos para darte una bofetada

Una o dos veces al mes paso por una fuerte crisis en la que no sé que escribir y mis fieles lectores reclaman en mi contra y claro, me siento culpable de abandonar mi(s) blog(s). Me siento frente al monitor o frente a una hoja de papel y tengo toda la intención de escribir, pero no sale nada. Escribo 2 o 3 líneas y el Leo mamila que vive dentro de mí me dice: "¿que onda con esta cochinada? ¿te atreverías a publicar esto?"... Entonces lo borro y dejo una tarea pendiente.

Otras crisis me acechan, creo que después de una fuerte gripe, causante de 3 inyecciones en my ass, sufro de una crisis fotográfica, musical, arquitectónica, académica, lingüística, literaria y física. Pero no me preocupa en lo absoluto. Ninguna.

He tenido la suficiente y exacta experiencia para darme cuenta que en el mundo a mi alrededor existen problemas DE VERDAD, y que preocuparme por que mi novia no contestó un sms, o porque llevo 4 años buscando un libro de Anton Ehrenzweig o porque los procesos para obtener una beca son largos y burocráticamente tediosos, resulta una mentada de madre.

"El tamaño de los problemas es relativo", solía pensar. Solía creer que el tamaño de los problemas depende de la persona, tal vez para alguien un verdadero problema es "¿que auto usaré hoy?", y que puede ser igual de estresante que alguien que piensa "¿cómo le haré para comer hoy?". Pero NO. Hay problemas que sobran. Hay personas que al platicarme sus problemas me dan ganas de darles una bofetada, levantarme y retirarme. Es por esto, que me di a la tarea de listar los "Problemas que me hacen querer darle una bofetada a alguien".
  1. No tengo "plan" para hoy y es sábado.
  2. Ya son las 2 am y no hay donde comprar alcohol.
  3. Necesito ropa nueva.
  4. Necesito una guitarra nueva.
  5. No he visto a mi novia en 2 dias.
  6. Todos quieren conmigo pero soy lesbiana.
  7. Ya tengo 2 años con el mismo auto, necesito uno nuevo.
  8. No quiero un tsuru porque está "feo".
  9. Necesito un lente nuevo para mi nikon D3000
  10. Este vestido ya me lo puse 2 veces, ya no sirve.
  11. Necesito otro celular (aquí si, patada en los _____)
  12. ¿Qué habrá pasado en el capítulo de ayer de mi novela?
  13. Necesito una tornamesa.
  14. Siento que sólo me está dando alas (snif snif).
  15. Perdió el realmadrid (o las chivas, américa, barcelona, manchester, etc.).
  16. Me siento solo(a).
  17. Me siento vacío(a).
  18. Me peleé con mi novio(a).
  19. Es martes y ya quiero pistear. (o cómo dicen en Colima "echar").
  20. No puedo ir, porque no tengo quien cuide a firulais.
No se sientan agredidos aquellos a los que el saco les quedó a la medida. Está claro que encajo a la perfección en más de un punto, es por eso que les doy la autorización de darme una bofetada cuando yo esté preocupado por alguno de los anteriores puntos.

de nada.

miércoles, 9 de marzo de 2011

casi solo

Felicidades a mi por mi post #250 (por tercera vez).

Pasemos a lo importante:

Es bien sabido (al menos en mi pequeño círculo social) que gusto de salir sólo acompañado de mi conciencia, ella y yo. Voy a cenar, voy al cine, voy a... cualquier lugar. Sábados por la noche mi joven cuerpo siente una ansiosa necesidad de salir "a dar el rol". Por lo que gustoso yo, me dirijo -sobre todo- a mis restaurantes favoritos para tener una romántica velada conmigo mismo.

Hace muchos años que practico este deporte. Originándose así, la fuerte incertidumbre de la gente que me observa comer y beber totalmente solo. ¿Que pensarán? Los hosts de los bares en restaurantes siempre me ofrecen mesas cercanas a grupos numerosos de gente, y sobre todo de -cito- muchachas guapas.

Este pasado sábado me dieron ganas de comerme un yakimeshi mixto especial, por lo que me dirigí al ya clásico "señor sushi". Me senté en una especie de "salita" a tomarme una cerveza. Cuando de pronto una mujer de apróximadamente 20 años, acompañada de otra mujer de la misma edad y un hombre asiático, moreno de apróximadamente 37 años, me pregunta si pueden sentarse ahí. Yo accedo a su propuesta, arrepintiéndome de esto toda la noche.

Ambas mujeres hablaban coloquial vocabulario, intentando hacerme platica muy tonta: ¿porqué tan solo? ¿donde trabajas?, y yo contestando indiferente, fue causa de un psicoanálisis bastante tonto de una de ellas: "salir solo es algo negativo, de seguro eres uno de esos que se pasa viendo pornografía en su computadora y por eso no sale de su casa y por eso no tiene amigos". Yo sólo reí.

Me sorprendió que ambas mujeres pidieron de cenar cortes finos de salmón, los mejores rollos de sushi, brochetas y hasta postre. El asiático que las acompañaba difícilmente sabía decir gracias en español. Claro, estas 2 mocosas se aprovechaban del pobre asiático: "me traes la cuenta porfavor, pero cuando la traigas dásela en la mano al señor de verde".

Intenté hacer platica para no seguir momentos incómodos, pero las susodichas (que no estaban nada feas) quisieron sentirse muy importantes, y cuando yo les preguntaba que cómo se llamaban o a que se dedicaban, ellas contestaban: "no podemos contestarte eso". Entonces decidí ignorarlas.

Se preguntarán ¿cuál es el punto de todo esto? Y yo les respondo: no sé.