miércoles, 9 de marzo de 2011

casi solo

Felicidades a mi por mi post #250 (por tercera vez).

Pasemos a lo importante:

Es bien sabido (al menos en mi pequeño círculo social) que gusto de salir sólo acompañado de mi conciencia, ella y yo. Voy a cenar, voy al cine, voy a... cualquier lugar. Sábados por la noche mi joven cuerpo siente una ansiosa necesidad de salir "a dar el rol". Por lo que gustoso yo, me dirijo -sobre todo- a mis restaurantes favoritos para tener una romántica velada conmigo mismo.

Hace muchos años que practico este deporte. Originándose así, la fuerte incertidumbre de la gente que me observa comer y beber totalmente solo. ¿Que pensarán? Los hosts de los bares en restaurantes siempre me ofrecen mesas cercanas a grupos numerosos de gente, y sobre todo de -cito- muchachas guapas.

Este pasado sábado me dieron ganas de comerme un yakimeshi mixto especial, por lo que me dirigí al ya clásico "señor sushi". Me senté en una especie de "salita" a tomarme una cerveza. Cuando de pronto una mujer de apróximadamente 20 años, acompañada de otra mujer de la misma edad y un hombre asiático, moreno de apróximadamente 37 años, me pregunta si pueden sentarse ahí. Yo accedo a su propuesta, arrepintiéndome de esto toda la noche.

Ambas mujeres hablaban coloquial vocabulario, intentando hacerme platica muy tonta: ¿porqué tan solo? ¿donde trabajas?, y yo contestando indiferente, fue causa de un psicoanálisis bastante tonto de una de ellas: "salir solo es algo negativo, de seguro eres uno de esos que se pasa viendo pornografía en su computadora y por eso no sale de su casa y por eso no tiene amigos". Yo sólo reí.

Me sorprendió que ambas mujeres pidieron de cenar cortes finos de salmón, los mejores rollos de sushi, brochetas y hasta postre. El asiático que las acompañaba difícilmente sabía decir gracias en español. Claro, estas 2 mocosas se aprovechaban del pobre asiático: "me traes la cuenta porfavor, pero cuando la traigas dásela en la mano al señor de verde".

Intenté hacer platica para no seguir momentos incómodos, pero las susodichas (que no estaban nada feas) quisieron sentirse muy importantes, y cuando yo les preguntaba que cómo se llamaban o a que se dedicaban, ellas contestaban: "no podemos contestarte eso". Entonces decidí ignorarlas.

Se preguntarán ¿cuál es el punto de todo esto? Y yo les respondo: no sé.

4 comentarios:

irais dijo...

jajajajaja prostis baratas hay en todos lados, aunque sepan ordenar no les quita lo ignorante.. triste!

Jean Genie dijo...

Ay leo... yo te dije que el porno no iba a dejarte nada bueno. Ahora sé por qué tardaste tanto en terminar tu tarea de "EL Mundo y sus demonios"...
jajaja... me dió hambre tu post. quiero sushi.

Saludos a ti y a tu (¿limpia') conciencia.

Hugo De la Reguera dijo...

jajajaja, hay dias en que me siento incomprendido por esa multitud de gente, y antes llegaba a pensar que yo estaba mal, pero llegue a una conclusión que dicta mas o menos así, ellos son los que están mal por vivir una vida tan sedentarias y carente de conciencia sobre sí mismos. Desde entonces dejé de preocuparme por el que dirán o piensen los demás si de antemano se que su comentario no tendrá ningún efecto o valor sobre mi persona.

SIGO TUS PASOS MAESTRO ME HAS PEGADO LO GRINCH lol

R3n3 dijo...

Jajaja que risa leo. Esto fácil pudo ser como un episodio de serie de Tv jaja.