lunes, 29 de octubre de 2012
Hace más de un año...
Increíblemente hace más de 1 año que dejé este queridísimo blog. Lo pienso y no tengo una buena excusa para haber dejado de escribir. Creo que fue -desde entonces- un año bastante extremoso. Muchas cosas han cambiado desde entonces. Muchas.
Ya hasta siento que dejé de tener esa habilidad de escribir. Ok, nunca tuve una "habilidad" de escribir, es que antes escribía más y todo me parecía coherente y sensato para decir, ahora parece que mi cerebro es intolerante incluso con él mismo. No puedo escribir con tanta facilidad y libertad como la que tenía hace un año, cómico ¿no?.
Antes de que pasara este año, es decir, el año anterior (sin tomar como referencia un "año nuevo" occidental, claro) yo decía abiertamente que mi vida era tan estable y cómoda que no quería salir de ahí. Tenía trabajo, dinero, hacía lo que quería, no era nada complicado. Pasó ese año, ahora tengo más dinero, mucho más trabajo y un plan tan extraño de vida que todavía me causa conflicto creerlo.
Tengo tantos planes y metas que me emociono mucho aunque piense sólo en una de ellas.
Creo que regresaré a esto de la escritura. No se como pude dejar de hacerlo por más de un año.
sábado, 10 de diciembre de 2011
jueves, 22 de septiembre de 2011
viernes, 3 de junio de 2011
Melomanía

martes, 24 de mayo de 2011
"Introducción al Jazz"
viernes, 29 de abril de 2011
"me vale madres México"
martes, 19 de abril de 2011
Castles made of sand
viernes, 8 de abril de 2011
Marillion
miércoles, 30 de marzo de 2011
Motivos para darte una bofetada
- No tengo "plan" para hoy y es sábado.
- Ya son las 2 am y no hay donde comprar alcohol.
- Necesito ropa nueva.
- Necesito una guitarra nueva.
- No he visto a mi novia en 2 dias.
- Todos quieren conmigo pero soy lesbiana.
- Ya tengo 2 años con el mismo auto, necesito uno nuevo.
- No quiero un tsuru porque está "feo".
- Necesito un lente nuevo para mi nikon D3000
- Este vestido ya me lo puse 2 veces, ya no sirve.
- Necesito otro celular (aquí si, patada en los _____)
- ¿Qué habrá pasado en el capítulo de ayer de mi novela?
- Necesito una tornamesa.
- Siento que sólo me está dando alas (snif snif).
- Perdió el realmadrid (o las chivas, américa, barcelona, manchester, etc.).
- Me siento solo(a).
- Me siento vacío(a).
- Me peleé con mi novio(a).
- Es martes y ya quiero pistear. (o cómo dicen en Colima "echar").
- No puedo ir, porque no tengo quien cuide a firulais.
miércoles, 9 de marzo de 2011
casi solo
viernes, 25 de febrero de 2011
The Fútbol
Lo primero que tengo que decir es que en las próximas líneas leerán al intolerante que llevo dentro (…y fuera), y como todo en este espacio, es una llana opinión personal. Espero que no haya malentendidos, sentimentalismos o criterios ofendidos.
Muchos me odiarán, al punto de abandonar este blog, y de antemano le pido una disculpa a sus fundadores. Existen 2 versiones de este post, una que dejo aquí, y otra que dejo acá, en mi blog personal, ustedes juzguen las diferencias (si es que se dan el tiempo de leer ambos posts).
Odio el fútbol y me resulta desagradable que amigos y familiares hablen de fútbol. Es una forma de apendejamiento social mundial, y de la sociedad latinoamericana y mexicana mejor ni hablar. Es ridículo el dinero que se mueve, muchos de los “jugadores” son literalmente intocables por los mortales. Y nosotros seguimos comprando la playera del Madrid, la bufanda del Barcelona, y pagando “sky con el paquete championslig” para poder ver un partido en T.V.
Sin embargo amo, el fútbol fue un parte-aguas en mi vida.
Muchos años tuve la ilusión de dedicarme a este bonito deporte toda mi vida, jugar un mundial ante miles de espectadores, firmar autógrafos y todas esas cosas. Mi mamá siempre me decía “a ti ni te gusta el fútbol, ¿porque te apasionas tanto? Si te gustara de verdad, te la pasarías viendo partidos en la tele”. No me apasionaba ver los partidos, si no jugar, pero a veces me sentaba frente a la tele para ver algún partido y demostrarle a mi madre que, en efecto, el fútbol me gustaba mucho.
Fui un dedicado tonto. Entré a un equipo de tercera división profesional a los 14 años, carecía de vida social, no tomé, fumé ni salí hasta los 18. Dejé todo por el fútbol; novias, amigos, familia, tiempo. Entrenaba 4 o 5 horas diarias, después del entrenamiento me quedaba yo sólo en la cancha a afinar alguna cosa que me hubiera fallado en el partido o práctica. Seguía al pie de la letra las palabras del entrenador, del nutriólogo. Si el entrenamiento se suspendía yo me iba a correr a la playa, siempre trataba de estar en forma para el fútbol. Grave error. Grave.
Mientras más me iba acercando a la edad productiva dentro del fútbol profesional, más me daba cuenta de la mafia en la que estaba. Que si no conocías a alguien dentro de la federación, no podías llegar muy lejos.
No aprendí la existencia de la corrupción hasta en la venta de hielitos en el estadio donde jugábamos. Aprendí que cuando la gente te dice “échale ganas”, es sólo un decir. Tenemos que ser muy cuidadosos y sobre todo inteligentes en la toma de decisiones, porque “echándole ganas” no vamos a lograr nada, si no lo hacemos con un orden y un plan.
Por favor, échenle ganas, pero no a lo pendejo, como yo. ¿no?.
Al terminar mi etapa “futbolera”, hubo cambios en mi vida, feos, bonitos y feos. Pareciera que todo
lo difícil de mi vida pasó entre los 14 y 18 años.
Moraleja: Aténganse a las consecuencias de un acto pasional.